Educar en emociones es clave porque el proceso cognitivo de los alumnos y alumnas va unido al emocional. Como afirma Begoña Ibarrola, si no sabemos manejar la dimensión emocional en el aula, podemos perder momentos muy importantes de aprendizaje.
Los alumnos y alumnas no saben como gestionar emociones porque no se tiene en cuenta en las prácticas educativas. El objetivo de la educación emocional todavía no está muy presente en las aulas. Por fortuna, cada vez hay más colegios que se plantean que el alumnado no sólo tiene que aprender contenidos si no que debe aprender sobre uno mismo.
“La gestión emocional es una de las competencias claves de la inteligencia emocional”
Begoña aporta unas pautas para gestionar las emociones del alumnado en el aula:
- Tomar conciencia de lo que estoy sintiendo.
- Darse cuenta de que cada emoción les impulsa a actuar de una determinada manera.
- Mostrarles técnicas de control emocional.
- Enseñarles a cambiar una emoción por otra.
Es muy importante potenciar la curiosidad en las aulas. Solamente hay que descubrir los intereses del alumnado. el cerebro se tienen que poner en marcha. Si el alumnado siente interés por algo que no me interesa como maestro; lo que debo hacer es realizar una transferencia desde su interés a mi interés.